viernes, 13 de diciembre de 2013

Tu mirada dice mucho de ti



Cuántas veces has escuchado eso de que la mirada es el espejo del alma. Seguro que muchas veces, y además seguro que te lo has preguntado mientras te miras en el espejo y observas esos pliegues ligeros que se forman justo debajo del párpado inferior. Para la medicina estética conseguir corregir estas pequeñas imperfecciones ha sido todo un reto. La zona periocular se caracteriza por ser una piel más fina, donde además confluyen gran cantidad de vasos sanguíneos, y con la que gesticulamos de forma más habitual a lo largo del día. Para ser exactos, se habla de que podemos parpadear diez mil veces al día, hecho que hace que la zona se resienta con el paso de los años.


Las patas de gallo, las bolsas,  las ojeras o la caída del párpado son algunas de las primeras señales que nos manda nuestro rostro cuando comienza a envejecer. Además, se trata de una zona muy pobre en colágeno y elastina, esto hace que se reseque mucho antes que otras partes del cutis. De ahí que siempre se recomiende el uso de un buen corrector de ojeras.

Como médico especialista en estética hoy quiero compartir contigo uno de los tratamientos más solicitados en las consultas: el tratamiento periocular, es decir, una técnica específica aplicada a recuperar esta zona.  Tal vez por el nombre puedas pensar que se trata de una intervención complicada o que incluso te puede dejar huellas o marcas en la zona, nada más lejos de la realidad. 

La técnica se basa en la realización de una pequeña incisión en la zona  y a través de cánulas romas (agujas sin punta) se llega hasta la ojera y se comienza a depositar ácido hialurónico con el objetivo de devolver el volumen perdido. Además, con este tratamiento se logra devolver la hidratación que se ha perdido con el paso de los años. 

Hemos pensado que la mejor manera de que puedas ver y comprender en qué consiste dicha técnica es compartir contigo este vídeo. Como puedes comprobar se trata de una técnica sencilla, pero requiere manos expertas. Además, los resultados son inmediatos y no se necesita ningún cuidado posterior, es decir, los pacientes se pueden incorporar a su trabajo y a sus quehaceres diarios sin ningún problema.

Ojeras vs bolsas

Muchas veces se confunden las ojeras con las bolsas, cuando en realidad son dos signos visibles de nuestro rostro pero diferentes. Las ojeras pueden aparecer por cansancio, es decir, si dormimos poco se nos puede marcar la zona inferior del párpado. Pero también es cierto que con el paso de los años esto se puede agravar, principalmente porque la microcirculación se vuelve mucho más lenta y eso hace que se oscurezcan. Es entonces cuando el  médico debe intervenir para eliminar esas marcas. 

Las  bolsas de los ojos son ocasionadas por una hinchazón inusual en el párpado inferior, mientras que las ojeras son una pigmentación morada-azul, grisácea y oscura ocasionada por la rotura de alguna venita de las que pasan por ahí.

Las causas por las que tenemos bolsas en los ojos pueden variar y ser de distinto tipo. Por ejemplo, puede ser posible que se deba a la retención de líquidos y por lo tanto son situaciones que podemos manejar, o también pueden tener una causa genética o hereditaria que será más difícil de tratar de manera natural o con simples remedios caseros o un cambio de hábitos.


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