Hoy me gustaría hablarte de un tema del que no se suele hablar, tal vez por pudor. Me refiero al precio de la belleza. O lo que es lo mismo, al coste de los tratamientos de belleza. Para empezar me gustaría acabar con el mito de que la medicina estética está reservada solo para gente pudiente. Tal vez en un pasado esto fue así, el mercado se rige por la relación entre oferta y demanda y por lo tanto esto determina los precios.
Hace años acceder a determinados tratamientos podía ser muy costoso, solo estaban al alcance de unos pocos. Sin embargo, con los años las técnicas estéticas se han ido acomodando a la realidad económica de la sociedad y por lo tanto, ajustándose. Esto no quiere decir que los precios puedan chotearse, nadie da duros a cuatro pesetas así que cuando te ofrezcan un tratamiento estrella, novedoso y a precio de ganga, mi recomendación es que preguntes bien, puede tener gato encerrado.
Con la salud no se juega, es muy importante que antes de someterte a un tratamiento, por muy sencillo que sea, preguntes todo lo que consideres oportuno, con el objetivo de que tu médico especialista te responda. ¿Por qué me ofrece esta técnica al 50% cuando su precio de mercado es otro? Esta es una de las cuestiones básicas que deberías preguntarte.
Mi recomendación es muy sencilla, antes de elegir la clínica a la que vas a ir para tratarte date una vuelta por otras o míralo vía internet. De este modo podrás hacerte una idea de cómo está el mercado y sus precios y por lo tanto, si te ofrecen un tratamiento a un precio ganga, podrás dudar y preguntar a qué se debe esa rebaja. Recuerda que la medicina estética no es cosa de saldos, estás poniendo en manos de un médico tu belleza.
Muchas veces veo con asombro cómo se ofrecen descuentos bestiales que me hacen pensar en la calidad del producto y en los resultados finales. Esto me lleva a plantearme diversas preguntas: ¿se están usando sustancias de calidad? ¿es seguro todo el proceso? ¿si ofreces un precio tan bajo cuál es tu margen de beneficio?
No nos engañemos, una clíncia estética es un negocio y como tal su objetivo es ganar dinero. Pero no todo vale. No vale engañar a los pacientes y decirles que se les está haciendo un tratamiento de relleno con un determinado ácido hialurónico y luego emplear otro más ligero, cuyos efectos no serán los mismos. Evidentemente, esto irá en detrimento de esa clínica pero también es un flaco favor a todos los profesionales que nos dedicamos a este sector.
Bajo mi punto de vista, y por mis años de experiencia laboral, creo firmemente en que la relación entre médico y paciente debe basarse en la plena confianza. Nada puede quebrantar ese vínculo, ya que los resultados finales dependen de dicha relación, no solo de la técnica y la destreza del especialista.
En Clinique Tenerife apostamos por la transparencia, no ocultamos nuestros productos, ni sus precios. De igual modo, creemos firmemente en la necesidad del paciente de conocer nuestros perfiles profesionales y nuestra trayectoria. Como pacientes debes saber quien te trata, llevar una bata blanca no te convierte en médico y mucho menos en especialista en medicina estética.
Germán Pérez Fajardo
Director Médico de Clinique Tenerife
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