martes, 4 de febrero de 2014

Blefaroplastia con láser y olvídate de una mirada cansada



¿Cuántas veces has escuchado eso de que los ojos son el espejo del alma? Pues tiene mucho de verdad. Te propongo un ejercicio: ponte delante de un espejo y fíjate en tus ojos, sobre todo en la zona del párpado. Ahora con el dedo índice trata de alisar la zona hacia arriba. ¿A qué notas el cambio? 
La piel del contorno de los ojos es extremadamente delgada, de ahí que requiera de unos cuidados y tratamientos específicos. Para ser exactos, tiene un espesor medio de entre 300 y 800 micras, es por lo tanto cinco veces menor que la piel del rostro, que a su vez es cinco veces menor que la piel del resto del cuerpo. Esta fragilidad hace que el paso del tiempo y las agresiones externas afecten de un modo especial a esta zona.

La piel palpebral se caracteriza además por ser de fácil distensión, es más si ahora mismo pellizcas suavemente esa piel  y la estiras verás cómo cede fácilmente. Como consecuencia esto provoca que con el paso de los años los párpados caigan dando a nuestra mirada un aspecto de cansancio continuo. En estos casos ya no valen cremas o productos cosméticos que valgan ya que la piel no va a volver a colocarse en su sitio por muy constante que seas o por muy caras que sean los productos que uses.  ¿Qué hacer entonces? Pues muchos te dirían que la única solución es acudir a la blefaroplastia. Esta cirugía se caracteriza por tener como fin corregir el exceso de piel que presenta la zona y para ello hay que realizar una incisión en el pliegue del párpado superior. El objetivo es extirpar esa piel.

Evidentemente, como todo proceso quirúrgico tiene una serie de exigencias previas y de consecuencias posteriores. Para empezar debes saber que es necesario aplicar anestesia local y sedación. No olvides que estamos hablando de un corte en una zona especialmente delicada. Bajo  mi punto de vista, los mayores inconvenientes vienen después de la intervención ya que la zona periocular presentará hematomas, con lo cual la vuelta a la rutina diaria para el paciente no sería inmediata. Además, temporalmente se puede presentar problemas de doble visión, lagrimeo, picor, irritación, alteración de la sensibilidad de la piel y fotofobia.  Y por supuesto, otro de los grandes hándicap es su precio, ya que dicha intervención puede rondar los 1500 euros, un precio elevado si tenemos en cuenta que sus resultados no están garantizados de forma duradera.

Y claro, te preguntarás ¿cuál es la alternativa? Pues en Clinique Tenerife estamos apostando por la blefaroplastia sin cirugía. En este caso nos valemos del poder y la eficacia de la Plataforma Alma Láser que nos permite tratar la zona de forma poco invasiva y sin generar molestias para el paciente. Para ello aplicamos la técnica láser con el objetivo de calentar la zona y provocar que la piel reaccione y, que de forma natural, produzca colágeno.

Este proceso está controlado en todo momento por un médico, que es el que determina la longitud de onda del láser según las características de la piel.

Como ya te he contado en otra entrada, el colágeno es fundamental para mantener la estructura de la piel. Es una proteína que es segregada por las células del tejido conjuntivo (fibroblastos) y constituye entre el 25% y el 30% de la masa proteica del cuerpo. El problema, es que a partir de los 25 años empiezan a disminuir los niveles naturales de producción de ahí dentro de la medicina estética se haya apostado por formas “artificiales” para reactivar dicha producción.

Lo mejor del blefaroláser es que te puedes ir a tu casa sin más, sin preocuparte de perder visión, de tener hematomas o de  que te piquen los ojos. Lo único que recomendamos es evitar una exposición directa al sol y utilizar una pantalla total, para evitar que te queden marcas. Lo único que notarás será la formación de  una costra, esta  se caerá en un par de días dejando ver la piel nueva, ahora más tersa y con mayor turgencia.

Germán Pérez Fajardo
Director Médico de Clinique Tenerife

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