jueves, 16 de enero de 2014

¿Dieta? Yo prefiero aprender a comer sano



Estos días en que la Navidad todavía está reciente y los kilos que de más empiezan a pesar es cuando la consulta de Clinique Tenerife comienza a llenarse de pacientes que nos piden a gritos “una dieta milagro” que les devuelva la figura. Es entonces cuando nos toca sentarnos y explicar nuestra filosofía de trabajo.
Para empezar siempre empezamos desterrando ese mito de “dietas milagros” que te hagan perder una barbaridad de kilos en poco tiempo. No se trata de eso, más bien de todo lo contrario, el objetivo es lograr eliminar el tejido adiposo de forma progresiva de modo que está pérdida no suponga la aparición de la tan odiada flacidez de los tejidos.

El segundo paso, es hacer entender que no se trata de “dietas” en las cuales eliminemos de golpe la ingesta de determinados alimentos o nos limitemos a consumir proteínas en detrimentos de carbohidratos, por ejemplo. Esa no es nuestra forma de trabajar, no forma parte de nuestra filosofía antiaging y como profesionales de la medicina estética y la nutrición desaconsejamos seguir este tipo de pautas de alimentación extrema.
Un ejemplo claro de este tipo de ditas extremas sería la del conocido Dr. Dukan, envuelta en polémicas debido al abuso que realiza del consumo de proteínas y el escaso aporte de hidratos. Esta alimentación tan al límite lo único que puede provocar son daños en el hígado ya que se le hace trabajar de forma continuada para procesar la ingesta de proteínas.
La “Fórmula Clinique” tiene como objetivo enseñarte a comer. Digamos que es un proceso de aprendizaje parecido al de un niño cuando comienza a descubrir los sabores, pero en este caso nos preocupamos en explicarte por qué es recomendable comer determinado productos y por qué no debes consumir otros.
Un ejemplo sencillo, para que entiendas nuestro método de trabajo, es explicarte por qué debes seguir consumiendo hidratos de carbono. Sí, has leído bien, hidratos. Durante mucho tiempo los gurús de las “dietas milagro” se han empeñado en demonizar el consumo de hidratos así que muchos dejaban de tomar papas, pasta o pan. Sin embargo, ninguno de esos pseudoexpertos se tomaron la molestia de explicar el valor de los hidratos para nuestro organismo, para empezar nos podemos referir a ellos como el “combustible” de nuestro organismo, es decir, son los que nos dan la energía para ponernos en marcha. Además, estudios recientes han demostrado que sacarlos de nuestra dieta de forma radical puede provocar un aumento del colesterol en sangre.
La experiencia me dice que lo recomendable es:
1.       Ponerse en manos de profesionales que comprendan tu caso, que sean capaces de ponerse en tu lugar. En definitiva, que te miren a los ojos y te traten como persona, no como un paciente más. ¡Hay que reforzar tu autoestima!

2.       Que no te engañen: no te dejes convencer con dietas milagro que lo único que provocan es un efecto rebote. Recuerda que los kilos que se pierden no quieres recuperarlos y para eso hay que tener paciencia.

3.       Cultura nutricional: sí de mayor también se puede aprender a comer y en esa aventura nos embarcamos.

4.       Más salud, menos kilos: perder peso no es solo cuestión de estética, detrás hay un trabajo encaminado a evitar el desarrollo de problemas de salud como puede ser la hipertensión, el colesterol, problemas cardiovasculares, entre otros.

¡Apúntate a la” Fórmula Clinique”!
Aurora Sánchez
Directora de Enfermería y Estética

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