Nadie es perfecto, no es una frase hecha, es la realidad. Si todos nos hiciéramos una foto frontal podríamos darnos cuenta de que absolutamente todos tenemos alguna asimetría en nuestro rostro. Algunas puede ser disimuladas con un buen maquillaje, pero hay otras que requieren la intervención del médico especialista en medicina estética.
Tener un perfil del labio más alto que el otro, un pómulo más marcado o un desnivel en la mandíbula inferior es más común de lo que muchos pueden pensar. De hecho, se ha convertido en una de las principales consultas. ¿Cómo puedo disimular esto? Es la gran cuestión que nos trasladan muchos de los pacientes que nos visitan.
En Clinique Tenerife nos hemos especializado en buscar alternativas sencillas, es decir, soluciones que faciliten una incorporación inmediata del paciente a su día a día. Por eso, hemos apostado por afrontar este tipo de problemas estéticos con técnicas indoloras, eficaces y cuyos cuidados posteriores no requieran un esfuerzo mayor del que supone aplicar alguna cremita.
Hasta no hace mucho las asimetrías requerían del uso de bisturí y eso provocaba:
1. Que el postoperatorio fuera delicado y que incluso se pudiera llegar a complicar, hecho que podía poner en peligro el éxito de la intervención.
2. El precio. Trasladar a un paciente a quirófano implica una serie de coste que encarecen el producto final.
3. El riesgo. Por muy simple que pueda ser una intervención tiene sus riesgos. Además, se necesita el uso de anestesia y esto hace que todo sea más complicado.
Actualmente, este tipo de intervenciones farragosas están descartadas. La mejor opción para corregir las asimetrías es la aplicación de materiales reabsorbibles por los tejidos. Es decir, infiltrar sustancias, como el ácido hialurónico (AH), que permiten rellenar pero mantienen la naturalidad del rosto. Esto último es muy importante, ya que antes se optaba por el uso de geles que, si bien su efecto relleno era mucho más evidente, a la larga generaban un aspecto artificial, poco creíble y por supuesto, nada natural.
Seguro que ahora mismo estás pensando en la silicona, tan de moda durante los 90, pues sí justo a este tipo de relleno permanente me refiero. Este tipo de sustancia era aplicado a nivel de dermis profunda o en el plano dermis-panículo adiposo, con el objetivo de dar volumen y corregir asimetrías, sin embargo hoy en día está demostrado que son más las contraindicaciones que presentaba que los beneficios. Por ejemplo, la formación de fibroplasia, es decir, la formación de tejido fibroso, de ahí que muchas veces se notaran pequeños bultos que terminaban deformando la zona donde había sido aplicada.
Frente a esto las sustancias como el AH nos permiten hoy en día conseguir resultados inmediatos sin perder la esencia del rostro. Además, el proceso de envejecimiento es una evolución continua del rostro y no sabemos cómo se va a comportar este, de ahí que al aplicar esta técnica nos permite ir adaptándonos a dicho proceso según las necesidades que se vayan presentando.
Me atrevería a decir que se trata de un juego de proporciones. Los médicos debemos tener la capacidad de ver un poco más allá, de dibujar aquello que te falta para poder obtener la simetría y conseguir que el resultado final sea el que buscas. Para ello es necesario que el especialista estudie cada caso, observe el rostro, lo valore y decida, en concordancia con el paciente, cómo proceder.
No me gustaría terminar este post sin recordarte que este tipo de técnica no se aplica en centros de belleza o en peluquerías. Estamos ante una técnica que requiere precisión, cuidado y por supuesto, formación. Recuerda que solo los médicos especialistas en medicina estética estamos capacitados para llevar a cabo estos tratamientos. Y no te dejes engañar por los precios, muchos centros ofrecen descuentos brutales, lo que no te explican es que la sustancia que te inyectan no es la que tú crees y si bien, los resultados parecen óptimos, a la larga te garantizo que no lo son.
Dr. Germán Pérez Fajardo
Director Médico de Clinique Tenerife
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